En una de sus guerras, Al� derrib� a un hombre y se arrodill� sobre su pecho para decapitarlo. El hombre le escupi� en la cara. Al� se incorpor� y lo dej�. Cuando le preguntaron por qu� hab�a hecho eso, respondi�:
-Me escupi� en la cara y tem� matarlo estando yo enojado. S�lo quiero matar a mis enemigos estando puro ante Dios.
FIN
Ah'med el Qalyubi
Sunday, April 24, 2005
El verdugo
Cuenta la historia que hab�a una vez un verdugo llamado Wang Lun, que viv�a en el reino del segundo emperador de la dinast�a Ming. Era famoso por su habilidad y rapidez al decapitar a sus v�ctimas, pero toda su vida hab�a tenido una secreta aspiraci�n jam�s realizada todav�a: cortar tan r�pidamente el cuello de una persona que la cabeza quedara sobre el cuello, posada sobre �l. Practic� y practic� y finalmente, en su a?o sesenta y seis, realiz� su ambici�n.
Era un atareado d�a de ejecuciones y �l despachaba cada hombre con graciosa velocidad; las cabezas rodaban en el polvo. Lleg� el duod�cimo hombre, empez� a subir el pat�bulo y Wang Lun, con un golpe de su espada, lo decapit� con tal celeridad que la v�ctima continu� subiendo. Cuando lleg� arriba, se dirigi� airadamente al verdugo:
-?Por qu� prolongas mi agon�a? -le pregunt�-. ?Hab�as sido tan misericordiosamente r�pido con los otros!
Fue el gran momento de Wang Lun; hab�a coronado el trabajo de toda su vida. En su rostro apareci� una serena sonrisa; se volvi� hacia su v�ctima y le dijo:
-Tenga la bondad de inclinar la cabeza, por favor.
FIN
Koestler, A. - Hungr�a: 1905-1983
Era un atareado d�a de ejecuciones y �l despachaba cada hombre con graciosa velocidad; las cabezas rodaban en el polvo. Lleg� el duod�cimo hombre, empez� a subir el pat�bulo y Wang Lun, con un golpe de su espada, lo decapit� con tal celeridad que la v�ctima continu� subiendo. Cuando lleg� arriba, se dirigi� airadamente al verdugo:
-?Por qu� prolongas mi agon�a? -le pregunt�-. ?Hab�as sido tan misericordiosamente r�pido con los otros!
Fue el gran momento de Wang Lun; hab�a coronado el trabajo de toda su vida. En su rostro apareci� una serena sonrisa; se volvi� hacia su v�ctima y le dijo:
-Tenga la bondad de inclinar la cabeza, por favor.
FIN
Koestler, A. - Hungr�a: 1905-1983
Mensaje
Una mujer est� sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie m�s en el mundo: todos los otros seres han muerto.
Golpean a la puerta.
FIN
Thomas Bailey Aldrich
P.D. De verdad esta de terror.
Golpean a la puerta.
FIN
Thomas Bailey Aldrich
P.D. De verdad esta de terror.
Sunday, April 10, 2005
Kobayashi Issa
Donde haya hombres,
habr� moscas, y habr�
Budas tambi�n.
Al Fuji subes
despacio- pero subes,
caracolito
Trad. Octavio Paz, Eikichi Hayashiya
Las distantes monta?as
se reflejan en la pupila
de la lib�lula
Trad. Samuel Wolpin
habr� moscas, y habr�
Budas tambi�n.
Trad. Antonio Cabezas
Al Fuji subes
despacio- pero subes,
caracolito
Trad. Octavio Paz, Eikichi Hayashiya
Las distantes monta?as
se reflejan en la pupila
de la lib�lula
Trad. Samuel Wolpin
Takai KIT�
uguisu no
ni-do kuru hi ari
konu hi gachi
algunos d�as
no viene el ruise?or;
otros, dos veces
Trad.: Jos� Mar�a Bermejo
ni-do kuru hi ari
konu hi gachi
algunos d�as
no viene el ruise?or;
otros, dos veces
Trad.: Jos� Mar�a Bermejo
Yosa BUSON
harusame ya
mono kakanu mi no
aware naru
Lluvia de primavera;
?pobre de aquel
que nada escribe!
trad.: Fernando Rodr�guez-Izquierdo
mono kakanu mi no
aware naru
Lluvia de primavera;
?pobre de aquel
que nada escribe!
trad.: Fernando Rodr�guez-Izquierdo
Objetos para representar al Mundo
�rbol
Para el �rbol todo es tierra,
equilibrio, hojas,
viento, ra�z.
Ra�ces aferradas al viento;
movimiento de reloj sin tiempo
animal que ruge como un mar seco.
P�ndulo de cabeza
el perverso viento se frota sobre tus hojas.
Para ti todo es p�jaros,
casa, ni?os,
columpio, ra�z.
No se mueve la hoja de Dios
sin la voluntad del �rbol.
Para el �rbol todo es tierra,
equilibrio, hojas,
viento, ra�z.
Ra�ces aferradas al viento;
movimiento de reloj sin tiempo
animal que ruge como un mar seco.
P�ndulo de cabeza
el perverso viento se frota sobre tus hojas.
Para ti todo es p�jaros,
casa, ni?os,
columpio, ra�z.
No se mueve la hoja de Dios
sin la voluntad del �rbol.
Saturday, April 09, 2005
�le
LA ROSA DE LA HARINA
Pero el hombre es un ni?o laborioso y est�pido
que ha hecho del juego una sudorosa jornada.
Ha convertido el palo del tambor en una azada,
y en vez de tocar sobre la tierra una canci�n de j�bilo
se ha puesto a cavarla.
Si supi�ramos caminar bajo el aplauso de los astros
y hacer un s�mbolo po�tico de cada jornada!
LE�N FELIPE
�le una vez mas, maestro Le�
Pero el hombre es un ni?o laborioso y est�pido
que ha hecho del juego una sudorosa jornada.
Ha convertido el palo del tambor en una azada,
y en vez de tocar sobre la tierra una canci�n de j�bilo
se ha puesto a cavarla.
Si supi�ramos caminar bajo el aplauso de los astros
y hacer un s�mbolo po�tico de cada jornada!
LE�N FELIPE
�le una vez mas, maestro Le�
Nohaiku
Nohaiku
En el oleaje
sin sal de tus ojos
en la pilastra de marfil de tu nuca,
nada la bailarina rota de tu sonrisa.
Nadie recorre mi camino abandonado,
salvo tu crep�sculo.
?Debo compararte
a un d�a
sin verano?
Vine de Comala
porque me dijeron
que tu estabas aqu�:
una tal: mujer p�ramo.
Firme en tu cuerpo
aferrada a tu tallo
tu boca espera el invierno.
No veo tu rostro,
bajo el cerezo
ha reverdecido tu vientre;
entre tus muslos, mi mano es m�s blanca.
En el cemento
entre las grietas
una sombra es mi otra mano.
Miro tu figura y pienso:
Dios, gracias por reconciliarme con el Mundo;
Mundo, gracias por reconciliarme con Dios.
En el oleaje
sin sal de tus ojos
en la pilastra de marfil de tu nuca,
nada la bailarina rota de tu sonrisa.
Nadie recorre mi camino abandonado,
salvo tu crep�sculo.
?Debo compararte
a un d�a
sin verano?
Vine de Comala
porque me dijeron
que tu estabas aqu�:
una tal: mujer p�ramo.
Firme en tu cuerpo
aferrada a tu tallo
tu boca espera el invierno.
No veo tu rostro,
bajo el cerezo
ha reverdecido tu vientre;
entre tus muslos, mi mano es m�s blanca.
En el cemento
entre las grietas
una sombra es mi otra mano.
Miro tu figura y pienso:
Dios, gracias por reconciliarme con el Mundo;
Mundo, gracias por reconciliarme con Dios.
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Gata Negra
De la serie: AntologÃa de lo Extraño Impresión Van Dyke