Sunday, July 24, 2005
NOAH SEALTH
En 1854 el presidente de Estados Unidos de Norteamerica Franklin Pierce envi� una misiva al jefe indio Noah Sealth en donde manifestaba la intenci�n de crear una reserva india para acabar con los sangrientos enfrentamientos entre indios y blancos.
El jefe supuso que eso significar�a el despojo de las tierras indias y mand� una carta en respuesta.
En el a?o 1855 se firm� el tratado de Point Elliot, con el que se consumaba el despojo de las tierras a los nativos.
El jefe indio muri� el 7 de junio de 1866 a la edad de 80 a?os.
He aqui una selecci�n de la hermosa y sensible carta, de la cual tengo conocimiento gracias a una persona de una alta moral y un esp�ritu profundo: Rosa, mil millones de gracias.
"?Como se puede comprar o vender el firmamento, ni aun el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida.
Si no somos due?os de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ?Como podran ustedes comprarlos?
Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocio en los bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto, es sagrada a la memoria y el pasado de mi pueblo.
La savia que circula por las venas de los arboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.
(...) Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envia el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, nos esta pidiendo demasiado. Tambien el Gran Jefe nos dice que nos reservara un lugar en el que podemos vivir confortablemente entre nosotros.
�l se convertira en nuestro padre, y nosotros en sus hijos. Por ello consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es facil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros.
(...) Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extra?o que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita.
La tierra no es su hermana, sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atr�s la tumba de sus padres sin importarle.
(...) Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de bufalos pudriendose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una m�quina humeante puede importar m�s que el bufalo al que nosotros matamos s�lo para sobrevivir.
(...) �sta tierra tiene un valor inestimable para �l y si se da?a se provocaria la ira del creador. Tambi�n los blancos se extinguir�n, quiz�s antes que las dem�s tribus. Contaminan sus lechos y una noche perecer�n ahogados en sus propios residuos.
Pero ustedes caminaran hacia su destrucci�n, rodeados de gloria, inspirados por la fuerza de Dios que los trajo a esta tierra y que por alg�n designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja.
Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qu� se exterminan los bufalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes.
?Donde esta el matorral?
Destruido.
?Donde esta el aguila?
Desaparecio.
Termina la vida y empieza la supervivencia."
?Hay algo m�s que decir?
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment