No era el más alto; media solo 1.98 mts., lo que para un jugador de basquetbol de la NBA, es mas bien una estatura promedio; si bien era todo un atleta con una musculatura desarrollada, no era de los físicos más impresionantes de la liga. Pero mejor me remitiré a lo que si era;
Era el que más alto saltaba, el más veloz de todos, el que más puntos anotaba, el que más corría en la duela, el que más trabajaba para su equipo. Era la inspiración de millones de jóvenes en el mundo.
En la década de los noventa revolucionó la manera de jugar basquetbol, fue un parteaguas en su deporte, se puede hablar del basquetbol antes de Jordan y despúes de Jordan.
Todos los chicos queriamos ser como Michael Jordan, guardia de los Toros de Chicago, y a mi parecer, uno de los últimos grandes idolos y modelos que la juventud puede tener. Cometió muchos errores pero a eso precisamente le adjudica sus exitos:
"He fallado una y otra y otra vez en mi vida, es por eso que he triunfado."
Jordan fue un atleta fenomenal con una extraña mezcla de elegancia, poder, furia, plasticidad y capacidad de improvisación que lo llevaron al pináculo de su carrera.
Para mi, es el Picasso del basquetbol, el Beethoven de las duelas, el Pelé de las canastas, el Borges de la defensa.
Y siempre que jugue al basquetbol, no me importaba cuanto había que esforzarse, no me importaba ningún dolor, ni ningún esfuerzo, había que dar siempre un extra, había que ser como él.
Salud por siempre Su Majestad Michael Jordan!!.
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