Koan # 3

Como No se resuelve un Koan

En la cultura occidental, el estudiante aprende del profesor siguiendo el discurso lógico paso a paso. El maestro zen, por el contrario, exige un salto "cuántico" a su alumno, el cual debe obtener un conocimiento inmediato por sí mismo al responder a un problema irresoluble.

Los koan nunca se resuelven siguiendo la lógica del enunciado o tras un análisis racional del problema. De hecho mientras el alumno tenga su pensamiento entretenido y prisionero del discurso racional, no podrá encontrar la solución.

Muy bien, es hora del koan 3, me supongo que ya saben de que se trata ésto, para aquellos que acceden por primera vez al blog, por favor lean primero la entrada titulada Koan # 2 para que entiendan major de que se trata ésto.

El jóven Drayden no ha encontrado mucha dificultad con los anteriores koan, espero que éste le presente un poco más de reto. Ojalá que los demás lectores compartan sus impresiones conmigo.

"Cuando el Monje sale, los sapos entran al Templo.

¿Cuándo entran los sapos al templo?"

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La respuesta es: ¡NUNCA!

Si el monje se descuida entonces no es un monje; si el monje (yo) se descuida, los sapos (los problemas, el miedo, el ego) entran al templo (la mente, el corazón, el espíritu).

Este koan apela, entre otras cosas, a estar siempre vigilantes de nosotros mismos, de no permitir la entrada a cosas sin importancia o destructivas; a ser lo que somos.