Saturday, May 28, 2005

El Ciego

Al poeta Abu-l-Maj�i, que vivi� en tiempo de Abd al-Rahman I, le sacaron los ojos por orden del pr�ncipe Sulayman, porque se atrevi�, en unos versos que le hab�a dirigido, a hacer algunas alusiones ofensivas a su hermano Hi�am, Sulayman se crey� en el deber de tomar venganza.
Aquel escribi� las siguientes l�neas con motivo de su ceguera:

La madre de mis hijos abrumada
por el dolor est�,
porque mis ojos con su diestra airada
ha fulminado Al�.

Ciego me ve seguir la esposa m�a
esta mortal carrera,
hasta que el borde de la tumba fr�a
con el b�culo hiera.

Y la infeliz, postrada por el suelo,
exclama: �?Oh suerte, oh suerte,
no aumentar�s tan espantoso duelo,
ni con la misma muerte!�

Y abre en mi coraz�n profunda llaga,
diciendo: � No hay pesar
como no ver la luz, que ya se apaga
en tu dulce mirar�.

Cuando el poeta se hizo llevar delante del Califa y le recit� estos versos, Abd al-Rahman se conmovi� hasta verter l�grimas, y le dio dos mil dineros, mil por cada ojo.
Tambi�n Hi�am, cuando subi� al trono, record� con piedad esta desgracia, que Abu-l-Maj�i hab�a tenido por causa suya, y siguiendo el ejemplo de su padre, le dio mil dineros por la p�rdida de cada ojo.

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